“Si no puedes con ellos, úneteles”, dice la gente. Eric Schmidt, otrora CEO de Google, cree que debió pensar de ese modo cuando vio el crecimiento exponencial de Facebook. El antiguo director general se arrepiente de no haber pujado por una alianza con la empresa de Mark Zuckerberg.
“Era claro que había que hacer algo y fallé en hacerlo”, reconoció Schmidt en una entrevista. Como CEO, el se declara responsable de no haber pactado con Facebook algún acuerdo de colaboración. En su lugar, la red social formó una alianza con Microsoft en 2007, aceptando la modesta cantidad de 240 millones de dólares para ceder 1.6% de las acciones. Eso sí, Facebook se dio el lujo de rechazar una oferta de compra por 15 mil millones.
Más allá de haber dejado pasar la oportunidad de una alianza Google – Facebook, lo que le duele más a Schmidt es la colaboración con Microsoft. Schmidt considera que los chicos de Ballmer no merecen estar en una posición tan privilegiada, ya que “no llevan la revolución de consumo a la mente de los clientes”. Schmidt también confiesa que Microsoft le ganó el pulso con la alianza con Nokia (que, a como van las cosas, podría calificarse casi como una compra a precio de saldo).