El fabricante de BlackBerry, RIM, no deja de acumular méritos para convertirse en una de las caídas más meteóricas de la historia de la tecnología: ayer, su sistema centralizado demostró su vulnerabilidad al dejar sin servicio desde las once de la mañana a bien entrada la tarde a sus usuarios en medio mundo.
En el mercado de los Estados Unidos, la caída en cuota de mercado podría calificarse de catastrófica, solo comparable con la pérdida de valor de las acciones de la empresa en el mercado bursátil. ¿Cuáles son los factores que están determinando esta imparable caída? Veamos:
- Gama de terminales claramente anticuados en diseño y prestaciones, y completamente desposicionados en el mercado.
- Sistema operativo claramente fuera de mercado, con una irregularidad pasmosa
- Parque de aplicaciones clarísimamente insuficiente.
- Un tablet, PlayBook, que no ha funcionado en el mercado, y que de hecho todo indica que ya no supone una apuesta estratégica para la marca.
- Filosofía de control centralizado y total, que conduce, como pudimos experimentar ayer, a un sistema mucho más vulnerable en caso de caída.